7/19/2008

Cultura instantánea

Su vida es modular. Fragmentos ordenados como los post-it de una burguesita inteligente, como las hojas de tiempo de los obreros, como el metódico cuaderno del primer día de clases. Su vida es una imagen quebrada, un rompecabezas sin propósito. Sus emociones son inventadas, siguiendo códigos enseñados por los realitys del day time tv. Su armario es un collage de convencionalidades, un sinsentido de nacionalidades, una primera locura que MTV explica y moldea a la imaginación hasta que se torna perfectamente normal. Lo extraordinario es apagado una vez que lo común te susurra el concepto. Pero el concepto es escurridizo. Estos son algunos temas generales que aparecen:

Libertad, de todo y de todos
Amor, sin barrera y sin restricciones (¿sin satisfacción?)
La tecnología es mala, y el Dios de las catedrales es aburrido (mejor que Dios sea una energía o algo tipo new-age)
No debo estar solo, no debo mostrar que estar solo me asusta
Puedo hacer todo lo que desee
La verdad no existe, así que no debemos preocuparnos en buscarla
La realidad es lo que tu creas que es

Este manojo de jeans, de camisas temáticas, de cabellos cambiantes, de lagrimas vacías, de risas estridentes, de canales de televisión, de comerciales de 20 segundos; este adolescente salvaje sin rostro, sin una mirada que pueda llamar suya, sin ambiciones y con demasiados anhelos; este flojo que cree que por tener los medios para hacer lo que desee no necesita la voluntad y la disciplina; este revolucionario que es alabado por ciegos, esta cosa, es una cosa a la que temo.

Así como el silencio, su sonido surgió de la nada. Ahora no calla, como si todas las hormigas se reuniesen a gritar nuestros íntimos pecados. La vida de ellos es difícil de tolerar, es muy rápida, muy cambiante, muy intensa. Sus redes sociales, sus blogs, su pornografía digital, su música descargable. Lo mediocre se hace público, la locura toma el podio y grita que somos especiales, que podemos hacer y decir lo que nuestros corazones dicten. Sin talento, las palabras pueden ser desagradables. Sin disciplina, los mensajes no perduran. Pero perdurar no es un problema en el mundo donde usted puede ser estrella de youtube durante unos instantes.

La historia deja de ser un problema en la cultura instantánea.

6 comentarios:

Viandante dijo...

Bien podrías armar una instalación con este texto. Imagina: una sala cuadrada, amplia, paredes altas y blancas plagadas de textos en orden, en desorden, líneas de letras formando objetos, hileras de consonantes, puntos y vocales violando el espacio donde debería colgarse una pintura. Palabras puestas al azar, palabras escogidas con celo, palabras, palabras, blanco, luz de claraboya que cubre mi cuerpo mientras mis ojos las leen y sonrío en una sala de museo de arte moderno. Una sala fría custodiada por un ser humano a quien no le interesa el arte, pero que necesita laburar extra porque la ciudad en la que vive es muy cara. Qué ciudad será? Londres Ciudad de México, Buenos Aires, Barcelona,París,Madrid,New York? Escoge la ciudad que quieras, pero tengo el presentimiento de que no será Caracas, quizá tampoco sea Roma.

Te echo de menos Wolf, un placer enorme leerte. Recibe un fuerte abrazo.

_WolfStrife_ dijo...

Que delicia de comentario. Ya lo imprimí y lo coloque en el cuadernillo de cosas que no deben ser olvidadas. Al fin y al cabo, ¿acaso la posibilidad de comentar no esta sino para generar más literatura? Los blogs no son herramientas editoriales, nunca lo han sido, sino posibilidades de expresión individual. Como un buen crítico, leíste un texto e hiciste mucho más con el.

Que maravilla de comentario. Un beso mi Viandante.

Cronopio dijo...

Estimado Wolf, que lejos que he estado últimamente de la literatura.
Leer tu blog es como tomar, aunque sea por una pocas hora, el antídoto de la realidad y encontrarse nuevamente sumergido en el mundo preferible del arte.
Un abrazo

Viandante dijo...

Mi querido Wolf, gracias por el cumplido. El placer ha sido mío.
Otro abrazo

_WolfStrife_ dijo...

Bienvenido de regreso Sr. Cronopio.
Un abrazo

Sensaciones dijo...

Cultura instantánea, sí. Vacía, banal, consumible y desechable, permanentemente infantil, "satisfacción" instantánea que se regenera en la profunda insatisfacción en el tiempo. Miedo a sentir la verdad de la mentira, de la falsedad del placer comprado, fragmentado, que deja de serlo en el momento en el que lo abonas, o en que los demás lo (pueden) comprar.

Miedo a la lucidez, porque la claridad, hoy, es la soledad.

La hermandad tiene, hoy, la forma de...