7/31/2006

Sarlo señala que la juventud es, en nuestros días, más prestigiosa que nunca. La categoría de joven garantiza un set de ilusiones con la ventaja de que la sexualidad puede ser llamada a escena y, al mismo tiempo, desplegarse más libre de sus obligaciones adultas, entre ellas, la de la definición tajante del sexo. Así, la juventud es un territorio en el que todos quieren vivir indefinidamente. Esta valoración a la juventud se construye a través del declive de la autoridad, y en un espacio en crisis el cual es la escuela. Además, el mercado provee de productos que garantizan la juventud, a través de invenciones cosméticas y cirugías plásticas: “el deseo ha encontrado en la construcción de objetos a partir del propio cuerpo el non plus ultra donde se unen dos mitos, belleza y juventud. En una carrera contra el tiempo, el mercado propone una ficción consoladora: la vejez puede ser diferida” (Sarlo, 1994; p. 32).

No hay comentarios.: