Observo a mi alterego, ese que trabaja en publicidad y se emborracha seis días de
Pero tiendo a despreciarlo el resto del año. Sólo unos cuantos días se toma para sufrir. Alterego es cobarde, y huye al sufrimiento. Toma antidepresivos, alcohol en cantidades industriales, se sumerge en la televisión o en varios cuentos, o pierde horas en juegos intelectuales que no llegan a ningún sitio, sino evitar pensar en si mismo, en nosotros, en nuestra miserable condición.
Pero en este país los shots de anestesia se ven interrumpidos por catástrofes inmensas, que hacen que alterego despierte de su mareo habitual y se conecte con la indignación que millones están sintiendo. Y de su sufrimiento pensamientos nobles se entrelazan en su pequeña cabeza. Arma barricadas, genera nuevos modelos de estado, sienta las bases de una repartición social justa, y sueña con el Mayo del 68.
Lamentablemente, este pequeño momento de lucidez no va a durar. La realidad es muy dura, muy cruda. Genera indigestión. Alterego, eres débil, pero te ruego que aproveches este momento, este instante de sufrimiento para que te desconectes del opio de la rutina, para que te arranques la pesadez del día a día y busques hacer algo extraordinario.
Algo debe hacerse. Huye, quédate, mata, sana, ama, odia, pero te lo ruego, haz algo, lo que sea. Sal de ti mismo, de tu flojera de oriental, de tu comodidad, de tu anestesia. Vamos a hacer algo increíble, vamos a hacer algo.
Tal vez así podamos arrancar el miedo, tal vez así podamos aprovechar nuestra ansiedad.
4 comentarios:
Estimadísimo Wolf (o el alterego, no sé bien quién escribió el post).
Magnifica manera de transmitir la ansiedad, esa sensación terrible que nos invade cuando se nos acaban los escondites psicológicos. No puedo más que decirte que mi situación no es distinta a la tuya. Hoy, por primera vez en mi vida, me entraron ganas de que pasara algo, de que hubiesen tiros, desastres, explosiones, todas esas cosas que mi consciencia me impide desear. Pero mi sombra se apoderó de mi y temo que se quede ahí un tiempo más. Siento rabia y arrechera. Quiero defenderme de tanta miseria humana, de tantos eufemismos, de tantas contradicciones, de tanta imposición, pero tengo miedo y no puedo actuar. Estamos en la misma triste situación.
Un fuerte abrazo.
Alterego, sales porque lo sientes o porque lo necesitas, creo que en efecto toda esta ola de miseria, desprecio, odio, polaridades, injusticias, mediodridad, intentos por llevarnos a estados prehistóricos de la existencia humana, de callar y comprar conciencias, de cercar el pensamiento; nos puede hacer "desperta" descubrirnos del letargo de la cotidianidad, de restregarnos en la cara que la mayoría del tiempo somos sombies cosmopolitas... pero en tu caso me pregunto mi querido lagarto que fuma en cactus, si no era "necesario", no por oriental con tendencia a la somnoliencia, con espiritu pasivo y caracter de niño consentido, si no por ser humano pensante, con infinitas posibilidad de crear, de hacer, de dar, de definir...
Mi consejo menos prozac y mas platon, se que tomas de los dos mezclado con alcohol, pero bajale la dosis al primero please!
Mi consejo: Wolf, tu tienes muchísimo que aportar, que contribuir, úsalo!
Besos,
Bavs.
Cronopio: Pasaron días difíciles, emocionantes, indignantes. Lamentablemente intuyo que ya terminó. Un buen amigo una vez me dijo que mi rabia estaba más cercana a una adicción a la adrenalina que a una sensibilidad social. Tal vez tenga razón, pero lo cierto es que toda esa adrenalina no sirvió de nada. Siento que nada pasó, a pesar de que pasó de todo.
TAK: ¿Quién sabe TAK? Dejemos que la providencia resuelva. Aún no hay planes de bajar ni las pastillas ni la bebida, pero supongo que de eso también me aburriré eventualmente.
Bavs: tal vez, pero usted tiene mayor motivación, yo sólo la esperanza de salir del letargo.
Un abrazo a los tres.
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