6/20/2006

Sobre el proyecto Waschonsky

Toda la publicidad es mimética. De hecho, es mi creencia personal que todo el arte lo es. Sea reproducción de una convención de lo que se cree que es la realidad (si, esa, la de verdad verdadita), o mimético a una convención temática pre-establecida, el lenguaje esta en constante representación, así el arte, así la publicidad. El siguiente es un extracto del texto Literature against itself. Literary Ideas in Modern Society de Gerald Graff. Puede ilustrar con gran precisión este punto.

"Contra lo que suele asumirse, la escritura del siglo XX tiende a ser más y no menos didáctica que la escritura llamada “clásica” o “tradicional”… El rechazo de la organización narrativa convencional a favor de una escritura experimental necesita una unidad temátic
a más cerrada.

Mientras más firmemente descansa una obra sobre la base de una estructura narrativa o expositiva convencional, más libertad tendrá para desprenderse de la relevancia temática, ya que las digresiones pueden ser naturalizadas fácilmente por el lector como “parte de la historia”. En la medida en que la historia permanezca a una distancia aceptable de su tema, el lector podrá tolerar cantidades generosas de detalles externos sin perder el hilo.

Los textos experimentales modernos, en contraste, al renunciar a la historia y a la narración, dependen mucho más de la habilidad que tenga el lector para localizar las proposiciones temáticas que puedan dar algún significado ejemplar y alguna coherencia a sus disyuntos, fragmentarios y refractarios detalles. Al carecer de una historia o un argumento continuo, las imágenes y motivos pueden tener muy poca unidad o relevancia mutua aparte de los conceptos abstractos que ilustran –la condición vacía del hombre moderno, el abismo o la unidad entre sujeto y objeto, las interrelaciones de nacimiento y muerte, la usura de la civilización, etc.-. Como el método experimentalista implica eliminar las conexiones temáticas explícitas entre imágenes, alusiones y escenas, el lector debe trabajar duro para reconstruirlas.

Esto significa que el lector tiende a convertirse en el “creador” de la obra, como engañosamente decimos de alguna manera, queriendo decir tan sólo que es él/ella quien debe luchar para concebir ideas abstractas que conecten adecuadamente los eventos dispersos de la experiencia de lectura".

Este primer texto abre la dicotomía de lo mimético que piensa abordar el proyecto Waschonsky, una nueva forma de publicidad abierta a ser mimético de aquello de lo que no es hoy, a una nueva estructura temática que estoy por generar.


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